viernes, 5 de noviembre de 2010

Marchando una de Halloween!!!

 

CRW_7302Bueno, pues como ha llegado Halloween ( o lo que es lo mismo, la fiesta de Todos los Santos, aunque no quede tan fashion decirlo así), parece obligado hacer referencia al tema, y como últimamente me ha dado por hacer galletas decoradas, pues aquí va mi intento de hacer algo digno.

Digo intento porque cuando ves las maravillas que corren por ahí la verdad es que te coge complejo de torpe y chapucera, pero bueno, la verdad es que me esperaba algo peor así que puedo decir que estoy satisfecha.

Evidentemente me falta mucho camino por recorrer antes de pillarle el truco a la decoración con royal icing y manga pastelera. Me resulta muy difícil mantener el pulso y hacer un delineado que resulte pulcro a la vista, pero bueno, supongo que es cosa de practica.

Por el contrario creo haber encontrado una receta para hacer royal icing fácil y que da buen resultado. Y me atrevería a decir que ya empiezo a dominar las diferentes consistencias del icing que necesitamos para hacer el delineado y para el relleno.

La verdad es que lo he pasado en grande haciendo estas galletas, así que espero que os gusten a pesar de no ser ni mucho menos perfectas.

Bueno, pues aquí están las galletas!...


INGREDIENTES

La receta de las galletas la he sacado de la web "El Rincon de Bea". Es una web que esta muy bien para los que quieren aprender a hacer galletas decoradas ya que tiene un montón de tutoriales muy bien explicados y la verdad es que esta chica hace unas galletas preciosas (entre muchas otras cosas...).

  • 250 gr mantequilla a temperatura ambiente
  • 250 gr azúcar glas tamizado
  • 1 huevo XL o 1 mediano mas una yema a temperatura ambiente
  • 650 gr harina tamizada
  • 1 chorrito de leche (unas 2 o 3 cucharadas soperas)
  • Aroma al gusto
  • Una pizca de sal

Es muy importante que la mantequilla y los huevos estén a temperatura ambiente, y eso significa tenerlos fuera de la nevera como mínimo 3h antes de comenzar. No vale calentar la mantequilla en el microondas porque lo que obtenemos es mantequilla reblandecida y no a temperatura ambiente. También se pueden sacar de la nevera la noche antes, siempre que no estemos en pleno verano, claro.

También es importante tamizar el azúcar y la harina, esto facilita su incorporación a la masa en el momento de elaborarla y se evitan grumos.


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Empezaremos por poner la pala en el robot de cocina y batiremos la mantequilla a velocidad 3 durante un minuto. Recuperamos la mantequilla de las paredes y la pala y batimos un minuto mas.

Cuando la mantequilla tenga una textura suave, bajamos la velocidad al mínimo y empezamos a incorporar el azúcar poco a poco a cucharadas. El azúcar tardara en incorporarse y cuando lo haya hecho volvemos a subir la velocidad a 3 y seguimos batiendo.

Quizás tendremos que parar en algún momento para recuperar lo que este pegado en las paredes del bol, pero en cualquier caso no sobrepasaremos los tres minutos de batido.

Pasado este tiempo, la mantequilla deberá tener un color mas blanco, haber aumentado de volumen y presentar una textura esponjosa.

Paramos la maquina e incorporamos el huevo ligeramente batido, el aroma y la pizca de sal.

Batimos a velocidad 1 hasta que el huevo este totalmente integrado. Quizás tengamos que parar para repelar las paredes.

Seguidamente comenzamos a incorporar la harina poco a poco y siempre a velocidad 1. Casi al final, la masa empezara a desmigarse y es en este punto cuando añadiremos el chorrito de leche. La cantidad exacta depende mucho del ambiente ( cálido, frío, húmedo...) luego en cada ocasión será diferente. Empezaremos por añadir 2 cucharadas soperas y seguiremos batiendo. Añadiremos el resto de la harina y si vemos que la masa sigue desmigandose añadiremos una tercera cucharada de leche.

El objetivo es conseguir una bola de masa que se despegue de las paredes y del fondo del bol, y que sea pringosa pero no pegajosa.

Si nos pasamos con la leche, se puede arreglar añadiendo un poco mas de harina, pero lo mejor es primero poner la harina que indica la receta y luego ir añadiendo poco a poco la leche necesaria hasta obtener la consistencia deseada.

En mi caso, nunca he necesitado mas de tres cucharadas soperas.

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Ponemos papel de cocina en el mármol y colocamos la masa encima. Le damos forma de bola achatada y la cortamos en cuatro trozos iguales.

Reservamos tres trozos y al cuarto le damos forma de rectángulo y lo colocamos entre dos trozos de papel de cocina. Con ayuda del rodillo extendemos la masa hasta obtener el grosor deseado. Es importante que el grosor sea uniforme en todas partes y para eso puedes ayudarte poniendo unos listones de madera, o unos libros de igual grosor, a cada lado de la masa, para que cuando pases el rodillo por encima todo quede uniforme.

Yo suelo hacerlas de 1 cm de grueso, pero entre 1/2 y 1 cm de grosor es lo mas corriente. Si las haces mas finitas corres el riesgo de que al hornearlas se abomben por debajo y entonces no queden lisas con lo que ya no serán tan bonitas para decorar. Además si son muy finas también pueden romperse al decorarlas.

Haremos el mismo proceso para los otros 3 trozos de masa y los guardaremos en la nevera ( siempre entre sus papeles de cocina y colocandolos de mayor a menor tamaño) durante como mínimo 1 hora. Si los dejas un par de horas o incluso de un día para otro es mucho mejor porque luego se trabaja mejor con los cortadores.

Lo ideal es ponerlos en la bandeja del horno para que no se arruguen ni deformen.

Pasado este tiempo de enfriado, sacamos la masa de la nevera, retiramos el papel y ya podemos pasar a dar forma a nuestras galletas usando cortadores o con plantillas y un cuchillo.

Es importante una vez tenemos cortadas las galletas, ponerlas en la bandeja del horno y meterlas otra vez en la nevera un mínimo de 10-15 minutos antes de hornear.

Esto es así porque como la masa lleva mucha mantequilla en cuanto la sacamos de la nevera empieza a reblandecerse y cuando metemos las galletas en el horno se deforman.

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Si por el contrario las enfriamos antes de meterlas en el horno, le damos mas consistencia a la masa y cuando la metemos en el horno no le da tiempo a deformarse antes de cocerse.

Es por esta razón que siempre repetiremos el mismo proceso con cada trozo de masa que utilicemos: primero lo enfriaremos, luego lo sacaremos de la nevera para recortar las galletas y cuando estén cortadas las volveremos a introducir en la nevera unos 10 minutos para que vuelvan a coger cuerpo.

Con los recortes sobrantes podemos juntarlos y reamasarlos, pasar el rodillo hasta obtener el grosor deseado, enfriarlo en la nevera, recortar las galletas, volver a enfriar... y así sucesivamente hasta acabar con la masa.

En la web "El rincón de Bea" no recomienda reamasar mas de tres veces porque según ella la masa va perdiendo cualidades con cada amasado, pero yo siempre he reamasado hasta acabar con la masa porque considero que no pierde tanta calidad y además si lo dejas enfriar lo suficiente la galleta siempre te conserva la forma y es una pena echar a perder los recortes.

Como veis el echo de que la masa este fría es importante, luego si solo contáis con una o dos bandejas de horno (como yo) , al sacarla del horno tendréis que pasarla por agua fría para que se enfrie ya que si colocáis las galletas con la bandeja caliente, se deformarán.

Parece un poco complicado pero es cuestión de organizarse y tener siempre claro las galletas que estas cortando, las que tienes enfriando, las que se están horneando...etc y tener siempre una bandeja lista para la ocasión.

Evidentemente todo se simplifica si tienes 3 bandejas y puedes tener una en el horno, otra en la nevera enfriando con las galletas cortadas y otra para poner las galletas recién cortadas, pero sino con paciencia y organización todo se resuelve ;)

Es importante hornear galletas de tamaño parecido porque sino unas podrían quemarse y las otras quedar crudas, así que en cada bandeja procuraremos poner galletas del mismo tamaño y siempre con un espacio entre galleta de 2 cm para evitar que se peguen cuando se dilaten en el horno.

Las galletas recién salidas del horno las despegaremos cuidadosamente de la bandeja y las dejaremos reposar unos 5 minutos en la misma bandeja para que acaben de cocerse. Las galletas salen blandas, pero en estos cinco minutos de reposo acaban de cocerse y se endurecen. Después podemos pasarlas a una rejilla para que acaben de enfriarse y nosotros podemos enfriar la bandeja si lo necesitamos.

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Estas galletas se hornean a 180 C durante unos 10 minutos (yo uso la funcion turbo del horno y pongo la bandeja en el centro), pero esto depende del tamaño de la galleta. Yo en algunos casos he tenido suficiente con 7 minutos y en otras ocasiones he necesitado 12 minutos. En cualquier caso sabréis que están listas cuando los bordes empiecen a dorarse y la galleta se mantenga bastante blanquita. Recordad que aunque parezcan blandas al sacarlas del horno, con el calor que contienen siguen cociendose fuera del horno y en unos cinco minutos habrán endurecido.

Os recomiendo que durante el horneado estéis vigilando porque un minuto de mas es la diferencia entre una galleta bien horneada y una galleta quemada.

Antes de decorar, las galletas deben de estar totalmente frías, para eso tendréis que esperar un par de horas aunque reconozco que yo no espero tanto. Normalmente después de una hora yo ya comienzo a decorar, aunque no pasa nada si lo dejáis para el día siguiente.

La ventaja de estas galletas es que se mantienen frescas mucho tiempo con lo que no hay porque estresarse a la hora de decorarlas.

Una vez enfriadas, estas galletas pueden ser congeladas para decorarlas cuando se quiera. Incluso pueden congelarse crudas y hornearse directamente sacadas del congelador con lo que solo alargaremos un poquito el tiempo de cocción, pero no pueden congelarse una vez ya están decoradas.

GLASÉ REAL (Royal Icing)

  • 450 gr de azúcar glass tamizado
  • 5 cucharadas de merengue en polvo
  • 1/2 taza de agua tibia
  • 1 cucharada de café de cremor tártaro
  • 1 cucharada de café de esencia al gusto (siempre que sea incolora porque sino teñiríamos el royal icing)

Mezclarlo todo a velocidad alta hasta que se formen picos (mínimo unos 10 minutos).

Una vez obtenida la consistencia deseada cubriremos el bol con film transparente en contacto con la superficie del icing para evitar que se forme una corteza en la superficie.

Ahora es el momento de separar las cantidades que necesitaremos para cada color. Para ello en diferentes boles pondremos la cantidad que consideremos y añadiremos el colorante deseado. Siempre es mejor que sea colorante en gel porque el liquido licua el icing y varia su textura.

Taparemos cada uno de los boles con film transparente en contacto con el icing para evitar que se seque.

Hasta ahora la consistencia que tenemos es la que se usa para delinear, viene a ser una textura parecida a la pasta de dientes. Para el relleno lo que necesitamos es una textura mas liquida, parecida a la de la cola de carpintero y para ello solo necesitamos añadir agua al icing, pero ojo!! La añadiremos muy poco a poco, casi de gota en gota y removeremos bien para incorporarla antes de ver si necesitamos añadir mas. Digo esto porque se necesita poca cantidad para licuar el icing y es mejor hacerlo poco a poco que pasarnos de la raya y tener que añadir mas azúcar para arreglarlo.

En este caso yo he necesitado en textura de delineado color negro, blanco y rojo para el murciélago. Blanco para el ataúd. Verde y naranja para la calabaza y negro y verde para la lapida.

En cuanto a los colores de relleno, he necesitado negro para el murciélago y el ataúd. Naranja para la calabaza y las flores de la lapida.

Para decorar, esta vez lo que hice fue primero con los colores de relleno, "inundar" las galletas que lo requerían (murciélago, ataúd y calabaza) y después de 24 h de secado, pasé a decorar con los colores de delineado y a hacer los detalles.

El resultado es el que podéis ver en las fotos. Espero que os guste! Hasta la próxima!


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2 comentarios:

  1. Gloria ¡eres genial! me pone mala ver como te autodisminuyes... yo esas galletitas las veo perfectas y además seguro que estan muy ricas... me encantaria comerme una con el esqueleto... tambien por el símbolo... je je je! muchos besos. La suegra.

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